viernes, 3 de diciembre de 2010

LOVELY.

El otro día pude presenciar una de las cosas más bonitas que a alguien le puede suceder.

Viernes por la mañana. En el instituto se celebraba la semana de la ciencia, que según mi profesor de filosofía, hasta la ciencia tiene un santo…
Yo hubiera estado contenta… si no hubiera estado en segundo de bachillerato, el curso en el cual tienes más faena que en toda tu vida junta. Así que prefería estar en casa avanzando trabajo que estar en el instituto sin hacer nada. La parte buena de la fiesta es que tenía una hora de patio, y podía charlar tranquilamente con mis amigos.
Hacía demasiado frío en aquel viernes gris de noviembre. Me quedé dentro del recinto con unas amigas, charlando sobre cómo nos había ido el examen de geografía hecho hacía pocos minutos. En las escaleras se encontraban sentados un chico y una chica que hacía pocos meses que se conocían. A simple vista, estaban hablando. Pero me detuve a observarlos. El chico le estaba cantando una canción a la chica con una guitarra.

Escena cómica, si tienes en cuenta que el chico tocaba dos acordes y se detenía, y diez segundos más tarde se disponía a tocar toda la canción, que acababa en fracaso al no tener nociones de guitarra.
Escena preciosa, si tienes en cuenta que ella sonreía, mirándole a los ojos, y pensando que ese era uno de los mejores INSTANTES de su vida. Y él se esforzaba por hacerla feliz, por hacerla SONREÍR.

Y, a mi parecer, la escena era encantadora. Encantador él. Encantadora ella. Encantadora la forma del chico para declararse. Encantadora la reacción de la chica ante la preocupación del chico.
Después de la canción, los dos empezaron a mirarse y a hablar más cerca de lo que una pareja de amigos haría. Los ojos de la chica brillaban más que el mar en verano. Se cogieron de las manos, y se hicieron una promesa, una promesa que debía durar para siempre. A continuación se besaron.

En aquel INSTANTE pensé en la suerte que ella tenía. Pensé, en mi mente adolescente, que me encantaría que un chico me tocase una canción, aunque no tuviese ni idea de tocar o de cantar. Porque lo que estaría dentro de su corazón importaría más que los hechos. Porque lo que llevaría dentro suyo sería un gran ARTISTA.
Y entonces empecé a pensar en mi chico ideal. Un artista, no importa qué arte le apasionara. Y todo lo que la palabra artista implica. Un chico sensible en los momentos oportunos, pero racional e inteligente en los instantes óptimos. Que le apasione viajar. Que le guste probar cosas nuevas. Un tipo revolucionario, que no le importe ir a contracorriente.

Y con una gran sonrisa esbozada en sus labios.

Cuando esta pareja rompa, este texto carecerá de sentido, perderá toda la magia que en un momento tuvo. Y quizás sea necesario borrarlo, hacer como si no hubiera pasado nada, y creer que todo lo que pasó fueron puras imaginaciones.

Añoraba estas reflexiones a pie de página. Estoy en la recta final de un largo y trimestre. Tengo la sensación de que llevo un año entero en el instituto cuando apenas llevo tres meses. Pero las pequeñas cosas, las pequeñas ilusiones, los pequeños sueños, las pequeñas esperanzas, las sonrisas y las carcajadas entre amigos son los que me hacen sobrevivir. Gracias a todos los que me han hecho reír este trimestre.

3 comentarios:

  1. Crec que el més bonic que algú pot regalar-te és una cançó d'aquelles que fan que t'adonis que encara queda gent que creu en l'amor, el romanticisme, la dedicació per aquells que estimes i el sentit del ridícul (que ets capaç de soportar si ELL t'ho demana, perquè faries qualsevol cosa per ell...).

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  2. Per què pensar en aquest probable i trist futur si en aquest moment ets feliç? Per molt probable que sigui aquest futur es pot canviar mentre hi hagi màgia. :)

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  3. No ens enganyem, tots els principis són bonics, perquè és un moment en que tot el que havíem perdut torna a renéixer, com si de sobte trobessis a una persona i diguessis "t'he estat esperant a tu" i llavors els somriures són cada dia, cada minut... perquè és un moment en el que realment dius "jo t'accepto tal com ets, m'agrada com et rius, et vull estimar i per tant ho faig" i no importa quan de temps estiguin junts, si molt o poc, el que és veritablement important es que es sapiguen mirar els ulls i dir-se "t'estimo" sense paraules, sabent que amb aquesta edat l'amor és intens, i es ràpid i també fugaç, però que serà molt molt molt maco...

    Preciós <3

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